martes, 19 de agosto de 2014

SDCC 2014: Thursday (II)




-…Pues a mí me parece una noche perfecta para robar un cuchillo de 300 años con una cabeza de búho, así que no nos gafes. Vas a conseguir que llueva o algo peor.
-¿Eres supersticiosa?
-No, la verdad. Pero estamos en Gotham. Y por aquí el destino es un tipo poderoso feo, malo y tremendamente grande. Más vale no tocarle las narices”. (Winick, Judd. Catwoman #9)


Como si de un viaje temporal se tratase, cronológicamente ordenados en la mesa se encontraban: Denny O’Neil, Neal Adams, Frank Miller, Jim Lee, Grant Morrison, Scott Snyder y Geoff Johns.

Contemplar la llegada de Galactus a la Tierra, seguramente me hubiese causado una menor impresión. Los artistas que habían definido el carácter del Hombre Murciélago en las últimas décadas, se encontraban allí, a escasos metros de mi posición. Sentados frente a un micrófono, inalcanzables en talento y reverenciados en mi aprendizaje. Aquellos dioses que habían llenado de épica tantas y tantas horas de mi vida, y que a través de sus historias me habían hecho reflexionar sobre cuestiones éticas fundamentales inherentes al concepto y aplicación de la justicia, estaban allí reunidos para rendir tributo al Caballero Oscuro en su 75º aniversario. Lo que a continuación se relata, es una adaptación de la charla que tuvo lugar en la Room 6BCF del Centro de Convenciones de San Diego y que, con la perspectiva de los años, creo se me antojará irrepetible.

John Cunningham, vicepresidente de marketing en DC Comics, tras realizar una breve presentación de cada uno de los invitados, lanzó a la mesa la primera pregunta:

-“Atendiendo a los números que observamos en cuanto a la venta de comics, videojuegos y entradas en los cines de todo el planeta, ¿qué es lo que hace tan popular hoy día al Hombre Murciélago?”

-“Principalmente, se trata de una figura satánica que creció en un entorno de riqueza y que se opone a lo peor del capitalismo”-contestaba Morrison.

-“Además-añadía Adams-es un personaje que ha contado con algunos de los mejores equipos artísticos de comic books de todos los tiempos, así que no es tan raro”.

-“Yo no sé porque el medio ha llegado a alcanzar tanto respeto. Cuando yo empecé, no estábamos mucho mejor considerados que los escritores de pornografía. Ahora, el cómic está consolidado como forma de expresión artística, gracias a una serie de pequeños detalles que lo han ido haciendo posible”- añadía O’Neill con la experiencia y la sabiduría que otorgan los años.

Vestido completamente de negro, y sin quitarse el sombrero, Frank Miller pronunció sus primeras palabras aquella tarde.

-“Batman es más viejo que cualquiera de los que estamos aquí. Se convirtió en una leyenda en buena parte gracias al trabajo de Neal y Denny. Ellos me sacaron del estado febril en el que me encontraba siendo un niño, mientras veía el show de Adam West y trasladaron al personaje pleno de luz a la fría oscuridad de la noche. Sin estos tíos, yo nunca hubiese llegado a escribir Dark Knight”.

La voz de Miller era excesivamente pausada y su aspecto, demacrado. Con 57 años de edad, parecía el más anciano de los allí presentes, fruto probablemente de una vida no exenta de excesos. 

Pero si algo llamaba la atención en su aspecto, era su mirada. Una mirada perdida entre la genialidad y la locura que, desgraciadamente, transmitía la sensación de un final inminente.

Tomó la palabra Lee, pero fue bruscamente interrumpido por este autor maldito.

-“Perdón, he olvidado añadir algo importante: Batman es sexy”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario