miércoles, 2 de octubre de 2013

El Trabajo Bien Hecho.



El pasado fin de semana falleció D. Antonio Bernal. No llegué a conocerle personalmente, es más,aunque me duela admitirlo, no soy ni mucho menos un experto conocedor  de su obra.

Lo que sí sé de este artista es que mi infancia sin él no hubiese sido la misma. Lo que sí sé de él, es que realizaba su trabajo a la perfección porque aquellas portadas de "El Jabato" y "El Capitán Trueno", por citar dos de las múltiples publicaciones en las que participó, te vendían el tebeo solas.


 Sí, tras leerlo,volvías a comprar el siguiente número porque también contaban con otros maestros de la historieta en su interior; injusto sería no reconocerlo. Pero también lo sería el quitarle un ápice de merito a  D. Antonio.Sin su dominio de la ilustración, nunca nos hubiésemos acercado a estos tebeos para  hojearlos y leer un par de viñetas para poder decidir si merecía la pena emplear parte de nuestras escasas "pagas" en la compra de cualquiera de los mismos. Además, el tamaño en que se publicaban entonces los hacía todavía más grandiosos, si cabe, para un niño de seis o siete años e edad.


Aún los conservo en casa en bastante buen estado y, de vez en cuando, los saco con cuidado a que "respiren" y los releo con cariño.Ver a tus héroes luchar en tierras exóticas por sus vidas, a menudo contra grandes bestias que les doblaban en fuerza y tamaño, pudiendo sentir el peligro casi de manera real y que conseguían que  te asaltara la duda, aunque mínima, sobre si volverían a  escapar de las garras de la muerte una vez más, es una sensación impagable que solo puede vivirse desde la inocente mirada de la infancia y el talento portentoso de artistas de su categoría. Por eso, le echaremos de menos, D. Antonio. Por eso, el tebeo de aventuras de este país ha perdido a uno de sus grandes héroes con usted.





2 comentarios:

  1. ¡Cuánta razón! Para mí formaparte de mis lecturas infantiles, mi educación sentimental... Resumiendo, fue un héroe anónimo (tardé años en saber quién era el autor de esas portadas), un artista que te hacía picar, te despertaba el gusanillo por una escena destacada o un resumen de la trama que te esperaba en el interior hecho pintura.

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  2. Se nos va otro de tantos "héroes" anónimos de la historieta. Escribiendo la entrada, me acordé mucho delpobre José Lanzón.

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